La atención clínica de parejas es un desafío. Hay dos que arman un concierto, un a dos voces, una polifonía. Es un modo de intervención en la urgencia.
Dos historias, un encuentro y muchas veces en el momento de la consulta: un desencuentro. aparece el conflicto, la angustia o la violencia.
Las rupturas de los pactos son un punto crucial en la consulta de parejas. Algunos tienen posibilidad de retorno y otros no.
Tomo la idea de Phillippe Sollers: “Del Matrimonio como una de la Bellas Artes” : P. 15 “Hay una palabra que no me gusta, la palabra “pareja”: nunca he podido soportarla. Evoca toda una literatura que detesto. Julia y yo estamos casados, claro, pera cada uno tiene su personalidad, su nombre, sus actividades, su libertad. El amor es el pleno reconocimiento del otro como otro. (…) lograr una armonía en la diferencia. La diferencia entre el hombre y la mujer es irreductible, no hay fusión posible. Se trata de amar una contradicción, y eso es lo hermoso.”
Es bien notorio como se presenta la discordancia y hay que ir encontrando de que se trata. Cuando armaron esa pareja, resonaban, cuando consultan hay disonancia.
La maternidad es un punto crítico. ¿Por qué pongo el acento en la maternidad y no armo una equivalencia con la paternidad? En los casos que escuché hasta ahora, son las mujeres las que sufren un cambio de vida radical, en relación a sus proyectos personales y el movimiento de la vida cotidiana. Es probable que la paternidad lleve a un hombre a una consulta individual, no a una de pareja.
La historia del encuentro de una pareja es siempre interesante. Oscila entre lo anecdótico, la historia que se empieza a construir, lo inexplicable del encuentro.
¿Qué acuerdos tienen? ¿Son explícitos o implícitos? ¿Se rompieron los pactos? ¿Sólo se trata de desconfianza?
Abordamos el punto crítico, en el momento de la consulta cual fue el desencadenante. Cual es la historia de cada uno. ¿Por qué se encontraron?
El problema de pareja es el problema de la urgencia por excelencia.