¿Alguna vez saltaron a la soga? Si uno está todo el tiempo saltando y no puede salir, produce agotamiento. Esto es lo que estoy viendo muy seguido en los últimos meses en distintas personas que vienen a consultar. No aguantan más la convivencia, no aguantan más el encierro, no soportan la vida hecha de obligaciones y sin espacios de recreación. La vida social implica interactuar con mucha gente distinta en el día y en los fines de semana y eso cumple una función en la vida de cada uno. El gran secreto está en la alternancia. Entrar y salir sin enredarse, para no tropezar y caer.
Proyecto: armar familia
Escucho relatos muchas veces basados en ideales y fantasías de felicidad y alegría, ante el proyecto de armar una familia. Algunas parejas anticipan esta decisión, otros vienen a hablar de algo “accidental”. Siempre están los desafíos de la vida real y la reconfiguración de esa pareja en particular.
El momento del nacimiento de un hijo, trae muchos cambios en la configuración de la pareja. Hay que atender muchas funciones a la vez. El crecimiento individual de cada uno, los momentos de pareja, la gran familia que quiere participar, las tareas de cuidado. No hay tiempo para todo. ¡Volver a armar un rompecabezas! Algunos se presentan con sentimientos muy paradójicos: estamos felices y también nos estamos volviendo locos!