Atendiendo parejas voy descubriendo motivos de consulta muy variados. Algunos vienen porque tienen problemas de celos o de desconfianza, infidelidades, violencia, desacuerdos en la educación de los hijos, dificultades en el manejo de la economía familiar y personal; problemas con la sexualidad y muchísimos otros.
Tenía el preconcepto de que me iba a encontrar situaciones de mucho conflicto que se parecen en muchos aspectos a las urgencias que atendía en el hospital, hace tanto tiempo! Entre las cosas que me sorprendieron atendiendo parejas, fue un caso en el que pidieron el lugar, no por un conflicto en particular sino porque necesitan determinar un espacio para hablar. Un tiempo concreto que le dedican a su pareja para encontrar dirección en algunos proyectos que se les escapan en el mar de la vida cotidiana. Que incluye trabajo y resolución de problemas domésticos e hijos. Un lugar para darle importancia a lo que les pasa en lo cotidiano para tomar mejores decisiones y cuando hay conflictos para que no escalen. Buscan neutralidad y nuevas perspectivas.
Es una práctica que me trae novedad y aprendizaje. Mantiene vivo mi entusiasmo.