Una cosa que me sorprendió en el trabajo con parejas es la cantidad de presupuestos que traen cada uno de como es la vida. Pero cuando les voy preguntando para cada uno que caminos se imaginan no coinciden para nada. Desde como llevar adelante una casa, los proyectos laborales de cada uno o si quieren o no quieren tener hijos. Hay veces que no han conversado nunca sobre nada.
¿Es trabajo del psicólogo iluminar las preguntas oscuras? Muchas veces están de acuerdo en los proyectos, pero no en el cuando ni en el como.
Vamos destrabando esas cuestiones, en el trabajo vez a vez. Tratamos de no introducir ideas propias, abrir caminos, abrir preguntas, imaginar soluciones. Empujamos un poquito las detenciones para que haya algún pequeño movimiento. El marco de una sesión es un lugar que permite apaciguar las rivalidades y animarse a plantear temas que en otro lado pueden llegar a ser excesivamente conflictivos o llevan muy rápido a escalar una discusión.
Hablamos idiomas distintos!
¿Qué es lo invisible o “inescuchable” que surge en la pareja? Trabajamos para intentar salir de esos callejones sin salida.